Entre los 25 y 30 años, la sociedad impone una leve presión al individuo sobre cuatro temáticas particulares: la consecución de la estabilidad laboral, independencia monetaria de los padres, relación sólida de pareja y la referida a la planeación acerca de su descendencia. Leve presión que se profundiza en la década de los treinta años.
Esta sociedad que ejerce presión al individuo, es algo abstracto que puede tomar forma de infinitas maneras, entre ellas con las informaciones encontradas en los medios de comunicación, los estereotipos culturales, la creencia y las verbalizaciones de amigos y familiares.
Dichas presiones generan crisis en el sujeto, entendida esta como un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente, por la incapacidad del individuo para abordar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y por el potencial para obtener un
resultado radicalmente positivo o negativo.
En un porcentaje alto de ocasiones, el adulto de esta edad no ha tenido el nivel introspectivo adecuado en alguna de las cuatro temáticas nombradas anteriormente, logrando que dicha presión nuble su capacidad de razonamiento, y por ende, lo conduzca a tomar decisiones negativas y/o poco funcionales para su existencia.
Determinaciones insanas que se producen solo para deshacerse del malestar de la presión social actual, sin pensar que esto puede afectar el equilibrio emocional del individuo, al enfrentarlo a múltiples problemáticas que se hubieran podido prever en caso que el sujeto estuviera conectado y hubiera hecho caso a su introspección.
En este punto, se pueden observar situaciones en que una persona se enreda en un vínculo de pareja con alguien en el cual existen distancias enormes, desde el punto de vista moral, socia-económico, educativo, cronológico… y decide convivir y tener descendencia con esa persona. Estas elecciones son muy influenciadas por las exigencias sociales de tener una familia propia, a pesar que el individuo muy en su interior presiente que el vínculo afectivo no funcionara debido a las diferencias tan grandes entre los dos.
Esta elección inadecuada de pareja, generalmente viene acompañada o es antecedida por el embarazo producto de un encuentro o relación casual, el cual toma el nombre de pareja o de relación de convivencia, en la medida que sus protagonistas adultos mayores de 30 años, no tienen un pensamiento crítico, y se dejan manipular por el estereotipo social que requiere tener pareja, convivir con la pareja, o tener hijos.
Otra imposición que la sociedad realiza a sujetos mayores de 30 años esta asociada a la consecución de estabilidad laboral, cosas que en países como Colombia es muy complicado de alcanzar debido a diversos fenómenos económicos como la alta tasa de desempleo, la inestabilidad económica, las condiciones sociales…
De esta manera, la mayor parte de los adultos mayores de 30 años no tienen como o sienten mucha desconfianza en proyectarse a mediano y largo plazo en algún tipo de inversión o de objetivos, produciendo estados emocionales de resignación, tristeza y la creencia que no tienen herramientas para desarrollarse en diversos campos.
Aunque después de los treinta años, hay más confianza que en los años anteriores, debido a los mayores años de experiencia que proporcionan más posibilidades para sobrevivir y/o estabilizarse económicamente, todavía existe cierto grado de incertidumbre.
Dicha incertidumbre en el tema económico, la cual tiene repercusiones en la confianza y en el estado anímico, se enlaza con la presión por tener pareja e hijos, ahondando más la crisis en estos años. En caso que los adultos no tengan capacidades para enfrentar funcionalmente estas crisis, se pueden convertir en depresión.
Este es un escrito que tiene dos propósitos fundamentales: El primero de ellos es formar en diversos componentes que permitirán profundizar en conceptos y variadas realidades psicológicas, así como mejorar la salud mental del individuo y del grupo familiar. El segundo objetivo es promocionar mi consulta clínica de forma virtual y presencial, ambas se pueden solicitar al celular 320 6919221