Desarrollo de una marca personal después de los cuarenta años.

En el periodo de los 25 a los 40 años, las personas desean tener reconocimiento a nivel laboral –recibiendo felicitaciones, liderazgo de tareas de cuidado, obteniendo puestos de importancia..-, familiar –teniendo una convivencia aparentemente feliz con hijos. Una familia envidiable…-, social…

Todo esto para cumplir estereotipos sociales, definir su autoestima por la imagen que los otros tengan de su sí mismo, y para tener la capacidad monetaria suficiente en la compra de bienes que permitan reemplazar ilusoriamente los vínculos emocionales estructurados y equilibrados que un alto porcentaje no posee consigo mismo y con los otros, especialmente su familia.

Esta necesidad de sobresalir para conseguir la visibilidad y aprobación imaginaria de otros,  transforma su significado debido a la motivación de construir una marca personal que permite servir a otros, a partir de los cuarenta años. Marca asociada con el cuidado de los demás y con la creación de acciones para mejorar las condiciones de las personas o de los colectivos, siempre y cuando estas actividades no denoten una falta de cuidado o negligencia consigo mismo.

El proceso de desarrollar una marca personal solo puede suceder en la medida que el sujeto pueda integrar sus aspectos positivos con sus aspectos negativos, otorgándole herramientas para la vinculación sana consigo mismo y con los otros, y permitiendo la formación y posterior exteriorización de competencias –trabajo en equipo, conciencia organizacional, ética, responsabilidad social…-.

En caso que los sujetos de más de cuarenta años no hayan podido llevar a cabo dicha integración, inventando una posición intermedia que produzca soluciones novedosas y que tenga en cuenta atender y encaminar los esfuerzos tanto a sí mismo como a los otros, estas personas se estancaran en su intento por desarrollar una marca personal que deje huella.

El estancamiento implica trabajar o ejecutar las acciones rutinarias diarias para sobrevivir, llevando a cabo un hacer operativo que no promueve la creación, y por ende, tampoco incentiva el mejoramiento emocional, la introspección o el conocimiento de sus motivaciones.

Ambiente individual que se traslada hacia el ámbito familiar, impulsando a los demás miembros del colectivo a pensar de esa forma. Este individuo y estas familias son las caracterizadas por la monotonía, poco contacto afectivo y poco conocimiento entre sus miembros, predominio de los comportamientos egocéntricos, comunicación con pequeños signos de asertividad, conflictos y lamentos permanentes, escasa inteligencia emocional.

Los sujetos mayores a cuarenta años, que tienen capacidades para generar marca, son aquellos que interpretan la crisis de los cuarenta como una oportunidad, en la cual se pueden realizar cosas significativas, teniendo como base lo recorrido hasta el momento.

Ellos no rehúyen cuando se presentan situaciones conflictivas sino que las encaran, puesto que confían en sus herramientas emocionales para conseguir una solución funcional. Enfrentamiento que implementan teniendo en cuenta sus variadas perspectivas, su pasado, la interacción entre sus competencias cognitivas y emocionales,  y sus deseos individuales –deseos ligados tanto al servicio como a lograr su equilibrio propio- para poder dar una respuesta final.

Este tipo de personas, también son capaces de equilibrar trabajo y diversión, significan como importante la creación de una filosofía de vida y el seguimiento de un código ético, y se interesan por ser proactivos en dejar un legado a las personas con más juventud.

Al ser sujetos equilibrados, esto lo irradian hacia los contextos y grupos en los cuales están envueltos, dedicando sus esfuerzos en aspectos de formación de otros y siendo seres que se sienten responsables por tener un alto grado de influencia con distintas personas.

Tener esas distinciones personales es posible gracias al ofrecimiento de vínculos afectivos funcionales que implican contención de afectos, desarrollar el proceso de adquisición y exigir el cumplimiento de divesas cuestiones como logros, normatividades sociales, competencias blandas…, acompañamiento de actividades, ejemplicar con sus actuaciones las acciones nombradas anteriormente.

Desarrollar un sello personal que comunique tanto un equilibrio como un crecimiento interno con logros sociales y personales, pero que simultaneamente signifique una ofrecimiento a la comunidad, solo tiene sentido en la medida que el sujeto mayor de cuarenta años lleve a cabo este modo de actuar en su propio hogar.

Desde esta perspectiva, se puede concluir que este adulto esta en una nueva fase de desarrollo emocional. Caso contrario al que se presenta cuando el individuo trata de ligar su trabajo y dedicación hacia los ambientes externos, descuidando su núcleo familiar y a su propia persona.

En esta situación, existe un engaño hacia la propia integridad y hacia los otros, algo que puede explicarse por su inmadurez afectiva y su deseo de ser considerado y reconocido por otros. Dicha mentira es su máxima aspiración y no el ofrecimiento del sí mismo a los otros, a través de su marca personal.

Este es un escrito que tiene dos propósitos fundamentales: El primero de ellos es formar en diversos componentes que permitirán profundizar en conceptos y variadas realidades psicológicas, así como mejorar la salud mental del individuo y del grupo familiar. El segundo objetivo es promocionar mi consulta clínica de forma virtual y presencial, ambas se pueden solicitar al celular 320 6919221

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