La ganancia del síntoma psicosomático en las parejas.

Un síntoma es la referencia subjetiva que da un paciente de la percepción que reconoce como anómala o causada por un estado patológico. El síntoma tiene su diferenciación con el signo pues este último corresponde a una manifestación objetiva advertida por los variados profesionales de la salud –médico, psiquiatra, psicólogo..-.

La dinámica de pareja psicosomática se caracteriza porque los conflictos de la pareja se somatizan, o sea que se expresan a través de malestares corporales de uno de sus miembros o puede ser de los dos de una forma no simultánea. Malestares que posiblemente desaparecerán en la medida que se extinga el conflicto.

La tensión, que era antes afectiva, se desplaza al síntoma somático, lo cual empobrece las relaciones de la pareja. El síntoma somático actúa como un elemento extraño que afecta el vínculo afectivo, quitándole atención a los problemas emocionales del colectivo.

El miembro de la pareja que ejerce este tipo de comportamientos, ha tenido carencias afectivas muy grandes en la historia de su niñez, de manera que dentro de su repertorio conductual se encuentra la utilización de las enfermedades físicas, como forma para disminuir la hostilidad del entorno e incrementar los cuidados de su familiar nuclear. Acciones que se repiten en su vínculo de pareja.

Dichas carencias afectivas, como parte fundamental  de su mismisidad, tuvieron su origen debido que las figuras parentales no enseñaron a su hijo maneras funcionales de enfrentar las situaciones conflictivas, reforzando positivamente la aparición de sus síntomas somáticos.

Adicionalmente, el hijo fue observador de las enfermedades sin sustento biológico que tuvieron alguno de sus padres, especialmente aquel con el cual se identifico, y de la dinámica del otro padre, quien con su atención y cuidado estímulo este actuar en su pareja.

De esta forma, este sujeto aprendió que la mejor manera para evitar una conversación amenazante, huir del deseo sexual del otro, dejar de realizar un compromiso…es sumergirse en el malestar corporal que produce un síntoma psicosomático.

Síntoma que ocasiona que los dos miembros de la pareja  tengan una alianza momentánea, encaminando de esta manera, sus fuerzas hacia los objetivos de curación de la enfermedad –ambiente de profunda tranquilidad, solicitud de citas con diferentes profesionales de la salud, realización de exámenes-.

A  pesar que ambos miembros de la pareja establecen una alianza momentánea, las dos personas se distancian emocionalmente, dejando sus inconvenientes afectivos a un lado, basando la mayoría de la comunicación en la enfermedad o enemigo común.

En el momento en que existe una curación de los síntomas, o por lo menos una disminución de ellos, se puede dar dos tipos de fenómenos:1) El miembro somático no quiere enfrentar su realidad emocional, por lo cual construye otra dolencia psicosomática 2) El miembro que no tiene comportamientos conversivos teme perder influencia sobre su pareja, algo que produce alta dosis de ansiedad que su pareja –el miembro conversivo- se quiera separar.

La mayor parte de las parejas con miembros psicosomáticos no piden ayuda terapéutica porque no quieren afrontar su verdad emocional y no quieren aceptar que son parte de una ambiente disfuncional de pareja. Centrarse en el síntoma psicosomático permite que ellos no se cuestionen sobre sí mismos como pareja y basen su interacción en alianzas como las descritas anteriormente. Esa es su ganancia.

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